¿Te gusto el final de leal?

sábado, 23 de marzo de 2013

Necesitaba despedirme de ella

Necesitaba despedirme de ella. Decirle, que mientras que la tuve en mis brazos, siempre era primavera. Que no había nada que me gustase mas en el mundo que el verla sonreír. Que volvería a subirme a un puto barco, y vivir otra vez el fin del mundo solo para conocerla a ella. Que lo volvería hacer...una y mil veces...Me gustaría que supiese que la quería más que a nada en este mundo...Que cuando la tenía a un centimetro de mi, se me salía el corazón por la boca, y que nada más importaba en el mundo. Que podía venir un tsunami, un terremoto, una cascada, o un volcán, que a mi solo me importaría estar con ella...Me gustaría que supiese que en sus sábanas nunca dejó de ser verano...Que bebía hasta la última gota del último vaso, de la última botella del mundo por ella... Me gustaría que supiese que siempre la recordaré así... En primavera, subida a una bici, sonriendo como ella solo sabía sonreír....Me gustaría que esa última sonrisa fuese para mí....Necesitaba despedirme de ella...
Ulises

En una habitación cualquiera de Madrid

Primera hora de la mañana en Madrid. El sol comienza a aparecer, reflejando su luz en los cristales de una pequeña habitación. Allí está ella, vestida ya con su vestido, preparada para deslumbrar. El sol entra por los viejos cristales, de esa habitación, de una habitación cualquiera... Estamos en Madrid, donde los sueños se hacen realidad, donde todos los deseos de las personas que viven allí, suben hasta lo más alto..Hasta la punta de unas de las 4 torres... Pero vamos a volver a la habitación donde una chica espera a su amor... Son las 7:30. Faltan todavía horas para verle. Se muere su labio inferior, sabedora de que hoy después de una semana entera por fin va a verle. Ella es tan pequeña, tan frágil... Pero le quiere tanto, que su amor sería capaz de hacer enmudecer a una ciudad tan grande como Madrid. Pasa el tiempo. Es hora de ponerse sus zapatos. ¿De tacón, o normales?. ``De tacón, mejor´´. A el le gustan los zapatos de tacón....Piensa mientras que se calza los zapatos. Un último vistazo, al enorme espejo, que corona la habitación...Falta poco para reencontrarme con el...Con su amor...
En una habitación cualquiera de Madrid

viernes, 22 de marzo de 2013

Ojalá todo fuese tan fácil como dejarse llevar y bailar

Ojalá todo fuese tan fácil como dejarse llevar y bailar...
¿Sabeís?. Una de las cosas más sencillas de hacer en este mundo es bailar. Bastan un par de acordes, los primeros compases de una canción, las notas de una canción enmohecida en un bar... Solo basta eso, para olvidarse de los miedos, de las tristezas...Basta solo una canción para dejarse llevar y bailar...
La vida es un baile constante, y no siempre es fácil saberlo bailar: algunas veces sabes bailar una balada, y te ponen un tango, y todo cambia... Ya no sabes bailarlo, y te pierdes entre esa maraña de pasos, de movimientos...Ya nada es fácil. Pero, ¿sabes una cosa?. Basta con volver atrás. Al primer paso. A la primera vez, que pisas con tus tacones la pista de baile. Como cuando te entran los primeros acordes de música en el cuerpo, cierras los ojos, y cuando los abres, ya estas bailando....
La vida es eso...Un baile...




``COMO DOS PERIQUITOS´´:
-¿ Tu sabes que les pasa a los periquitos cuando se les separa de su pareja? - No - Que el primer día dejan de cantar, el segundo de comer y el tercer o cuarto día se mueren de pena. -Y sabes porque? - No. - Porque nacen para estar juntos...

Los periquitos son los pájaros más inteligentes del mundo. Cuando se muere su amor, ellos deciden seguirlo. Deciden evitarse el sufrimiento. Quizás son un poco mas inteligentes que los humanos, menos dados a sufrir, menos deseosos de acercarse al dolor una y otra vez... Lejos de ese sufrimiento llamado amor... No saben vivir sin esa persona. ¿Qué bonito , verdad?. Los seres humanos, tenemos esa extraordinaria capacidad de seguir adelante. No somos periquitos, pero siempre, a lo largo de nuestra vida encontramos a nuestro periquito. Y cuando este se va, sufrimos un poco como lo hacen esos pajarillos. Dejamos de cantar al primer día, al segundo dejamos de comer, pero luego...luego seguimos adelante. Vivimos de recuerdos, somos recuerdos... Pero ojalá todos tengamos algo de esos pájaros. Ojalá encontremos a nuestro periquito, a esa persona que ha nacido para estar contigo.